Sistemas Solares Fotovoltaicos / Vol.4

88 • 3. Radiación solar 3.2. Componentes de la radiación solar La irradiancia de la radiación solar que llega al exterior de la atmósfera terrestre, medida sobre una superficie perpendicular a los rayos solares, es B0 = 1367 W/m 2 , valor que se conoce como constante solar. Al atravesar la atmósfera terrestre, la radiación sufre fenómenos de absorción y de difusión, haciendo que la radiación que finalmente alcance el plano horizontal del suelo tenga dos componentes: la radiación directa, que llega en la misma dirección en la que está el Sol, con lo cual depende de su posición, y la radiación difusa, que procede del resto del cielo, debido a los fenómenos mencionados anteriormente. La radiación que llega a cualquier otra superficie no horizontal incluye además el componente de la radiación reflejada por el entorno, que se suele denominar albedo. Por lo tanto, la radiación global que llega a cualquier superficie es, en general, la suma de tres componentes: Radiación global = Directa + Difusa + Reflejada El efecto atenuador de la atmosfera se cuantifica a través del índice de claridad, que se define como la fracción de la irradiación global que alcanza el plano horizontal en la Tierra durante un periodo determinado, y la irradiación extraterrestre horizontal durante el mismo periodo. El índice de claridad, que mide la transparencia de la atmósfera, es una cantidad adimensional comprendida entre 0 (cielo completamente cubierto) y 1 (cielo perfectamente claro). La radiación global que alcanza el suelo, y el peso relativo de la radiación directa y difusa, depende obviamente de la claridad del cielo. Cuanto más claro es el cielo, más radiación global y menor componente difuso. La fracción difusa de la radiación global horizontal es la relación entre la radiación difusa y la global, ambas horizontales, y permite determinar el aporte de difusa (y por lo tanto también de la directa), en la radiación global. Se intuye que la correlación entre ambos índices, de claridad y de difusa, es negativa, ya que, al aumentar el índice de claridad, disminuye la fracción difusa. Un ejemplo de la diferente distribución de irradiación global, directa y difusa para dos ubicaciones caracterizadas por climatología muy diferentes se muestra en la Figura 69. Al atravesar la atmósfera terrestre, la radiación sufre fenómenos de absorción y de difusión, haciendo que la radiación que finalmente alcance el plano horizontal del suelo tenga dos componentes: la radiación directa y la radiación difusa.

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