Sistemas Solares Fotovoltaicos / Vol.4

56 • 2. Fundamentos de instalaciones fotovoltaicas Una opción que podríamos considerar intermedia entre el microinversor y el inversor string es la que consiste en el uso de optimizadores de potencia. Esos equipos se parecen a microinversores, en cuanto al igual que estos se instalan en cada módulo, sin embargo, solo realizan el seguimiento del punto de máxima potencia: la conversión continua-alterna se sigue realizando en un inversor centralizado. Al igual que los microinversores, permiten desacoplar el punto de trabajo de los módulos en los cuales se instalan de los demás, y monitorizar su generación. Optar por una configuración u otra dependerá de las características y requisitos específicos del proyecto en concreto. Además de las dos funciones principales, los inversores incorporan otras funciones como la monitorización del sistema (a través de la conectividad a aplicaciones para móviles y plataformas web ) y de protección de la instalación y de los usuarios. En general, las características deseables de un inversor son: • Eficiencia de conversión elevada. • Eficiencia de seguimiento del punto de máxima potencia elevada. • Compatibilidad con el generador: rangos amplios de tensiones de seguimiento del punto de máxima potencia, máxima corriente y tensión por entrada elevadas. • Conectividad y protecciones. • Monitorización intuitiva. • Fiabilidad y garantías elevadas (diez años o más). En la Figura 44 se muestra un ejemplo de la hoja de características de una serie de inversores comerciales de conexión a red. Como se puede observar se indican las características de la entrada (corriente continua), de la salida (corriente alterna) y generales (dimensiones, peso, etc.). La eficiencia de un inversor depende del factor de carga, definido como la relación de la potencia a su salida y su potencia nominal, que es la potencia que puede entregar de forma permanente (Figura 45). Como se puede observar, la curva no es plana: para valores bajos del factor de carga, la eficiencia se reduce. Eso quiere decir que no interesa que el inversor trabaje en esa zona: si el inversor es demasiado grande para el generador, trabajará frecuentemente a muy baja potencia (factor de carga bajo), donde su eficiencia empeora sensiblemente. Por otro lado, si el inversor es demasiado pequeño para el generador, recibirá frecuentemente una potencia superior a la máxima que pueda manejar, lo cual haría que se proteja desplazando el punto de trabajo del generador fuera de la máxima potencia, de lo que se daría perdidas por saturación del inversor. Sin embargo, se ha visto que, para un tamaño relativo generador-inversor comprendido en un rango de aproximadamente 0,7-1,4, la productividad anual del sistema es constante 8 . Desde el punto de vista del proyectista, todo esto significa mayor libertad a la hora de definir ese equipo. Como ejemplo, en la Figura 44, se puede ver cuál es la potencia máxima del generador para cada uno de los cinco inversores (última fila de los datos de entrada). Como puede notarse, para esta gama de inversores de este fabricante, hay una relación de 1,5 entre la potencia nominal del generador y la del inversor: un inversor de 10 kW de potencia nominal puede manejar un generador de hasta 15 kWp. (8) Lorenzo, E. (2014). Electricidad solar fotovoltaica. Volumen III: Ingeniería fotovoltaica. Progensa.

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