Fundación Naturgy / Re-habilitación energética exprés para hogares vulnerables

85 05. Análisis climático y estrategias pasivas para los ámbitos de estudio Las medidas de intervención sobre los edificios existentes han de adecuarse a las características del clima para garantizar que éstas no empeoran las condiciones pasivas del uso de la edificación, y por tanto no incrementan la demanda necesaria para mantener el edificio en condiciones de bienestar. En este sentido, el conocimiento de las características climáticas de las localidades de estudio, así como de las estrategias de adecuación bioclimática son esenciales. Esto es especialmente importante en los casos concretos que nos ocupan, dada la inaccesibilidad de la población en situación de pobreza energética a medidas de tipo activo. Para el análisis se ha recurrido al climograma de Givoni y a su combinación con cartas solares, ambos específicos del clima de las cuatro localidades. Del análisis de ambos se desprenderán una serie de estrategias que se considerarán posteriormente para la selección de las soluciones, específicas para las viviendas en las que se quieran ejecutar. En este sentido, conviene recordar que la configuración urbana y las condiciones de uso específicas de cada edificio y de cada vivienda serán igualmente importantes que las especificidades climáticas para que la selección de las soluciones sea la más adecuada. 5.1 Definición de estrategias pasivas para el bienestar en los espacios interiores Una de las necesidades primordiales para mantener la salud y el bienestar es el mantenimiento del equilibrio térmico entre el cuerpo humano y su entorno. Debido al proceso metabólico, el cuerpo produce trabajo y calor. Esta producción interna de calor debe equilibrar las pérdidas y ganancias de calor ambiente, puesto que la temperatura interna debe mantenerse constante. Cuando no se consigue este equilibrio, la temperatura de las partes internas del cuerpo sube o baja según la pérdida de calor sea menor o mayor que la producción de calor, hasta que se consigue la estabilización en un nuevo nivel o si no se consigue, hasta que el cuerpo sufre un colapso. Los cambios de calor se producen por convección y por radiación con el aire ambiente y las superficies que le rodean respectivamente. Además, se puede perder calor por evaporación del sudor y el agua de los pulmones.

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