Fundación Naturgy / Re-habilitación energética exprés para hogares vulnerables

166 Re-habilitación energética exprés para hogares vulnerables. Soluciones de bajo coste 6.2 Acristalamientos y carpinterías En el apartado de carpinterías se recogen cinco tipos de soluciones: láminas térmicas, vidrios, carpinterías, cortinas y otros. Como en los paramentos verticales, para comparación, se recoge la sustitución de la carpintería por una de elevadas prestaciones térmicas, siendo ésta la solución comúnmente adoptada en rehabilitaciones energéticas al uso. Respecto a las primeras, se distinguen tres tipos de láminas térmicas: de control solar, reflectantes y de baja emisividad. Las dos primeras son efectivas en condiciones de verano dado que reflejan mayor cantidad de radiación recibida en la superficie y, por lo tanto, limitan las transferencias térmicas, a través del vidrio, debidas a las cargas por radiación solar. Éstas han de ubicarse en la cara exterior del vidrio con el inconveniente de que su exposición y manipulación podría limitar su durabilidad. La lámina de baja emisividad es efectiva en condiciones de invierno ya que reduce las pérdidas de radiación emitida a través del vidrio. En fachada norte, es recomendable ubicarlas en la cara exterior del vidrio interior mientras que, en el resto de las orientaciones, se dispondrán en la cara interior del vidrio exterior. Esta última disposición es de gran importancia para asegurar la durabilidad del acristalamiento debido a las tensiones térmicas que producirían en el mismo por diferencias de temperatura a ambos lados. En este sentido, para evitar un exceso de carga térmica, en el caso de fachadas soleadas, es importante contrastar con el fabricante la compatibilidad del acristalamiento. En todos los casos, la limitación que presentan dichas láminas es que su manipulación durante el uso que reduce la durabilidad. En este sentido, sería adecuado colocarlas en el interior de las cámaras de aire, en el caso de generarse o de existir. El segundo paquete de soluciones comprende la sustitución de un vidrio sencillo por uno doble, aprovechando el espesor del junquillo (comúnmente de 10-12mm). Esta solución mejora la eficiencia teniendo en cuenta que el vidrio doble presenta mejores prestaciones térmicas que el sencillo y que su superficie es la mayoritaria en las ventan0as. Se recogen cuatro soluciones de acristalamiento: dos con cámara de 8mm y dos con cámara de 10mm. Las láminas de baja emisividad incrementan sustancialmente el coste del acristalamiento, aunque mejoran notablemente su comportamiento térmico; la lámina de baja emisividad debe estar en el interior de la cámara: en los casos de ventanas que reciben soleamiento directo (normalmente en orientaciones este, sur y oeste) en la cara interior del vidrio exterior; en los casos de ventanas en las que no incide el sol (normalmente en las orientaciones norte) puede situarse en la cara del vidrio interior que da a la cámara. No obstante, se reitera la importancia de contrastar la solución con los fabricantes para analizar la compatibilidad del acristalamiento con las tensiones térmicas producidas. Complementariamente se incluye una solución comercial consistente en la incorporación de una lámina de plástico adherida a la carpintería, que, a pesar de su reducido coste, se desaconseja por la limitada durabilidad de la misma, especialmente en fachadas con incidencia de la radiación solar, al tiempo que reduce la transmisión de luz al interior. No obstante, se trata de una solución barata y de emergencia. Para permitir la comparación de las soluciones con la que sería común en rehabilitación energética, como se ha indicado, se

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