Fundación Naturgy / V3.1 / Módulo profesional de Sostenibilidad aplicada al sistema productivo

26 I La Década de la Acción Se han logrado avances en muchos lugares, pero, en general, las medidas encaminadas a lograr los Objetivos todavía no se están desarrollando a la velocidad ni en la escala necesarias. El 2020 marcó el inicio de una década de acciones ambiciosas con el fin de alcanzar los Objetivos para 2030. La década de la Acción exige acelerar las soluciones sostenibles dirigidas a los principales desafíos del mundo; desde la pobreza y la igualdad de género, hasta el cambio climático, la desigualdad y el cierre de la brecha financiera. En septiembre de 2019, el Secretario General de la ONU apeló a todos los sectores de la sociedad para que se movilizasen para esta década de acción en tres niveles: acciones a nivel mundial para garantizar un mayor liderazgo, más recursos y soluciones más inteligentes con respecto a los Objetivos de Desarrollo Sostenible; acciones a nivel local q ue incluyan las transiciones necesarias en las políticas, los presupuestos, las instituciones y los marcos reguladores de los gobiernos, las ciudades y las autoridades locales; y acciones por parte de las personas , incluidas la juventud, la sociedad civil, los medios de comunicación, el sector privado, los sindicatos, los círculos académicos y otras partes interesadas, para generar un movimiento imparable que impulse las transformaciones necesarias. Resultados a mitad del camino A mitad de camino para llegar al 2030, que Naciones Unidas se ha marcado para alcanzar las 169 metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, falta bastante camino por recorrer y parece que la promesa de no dejar a nadie atrás está en peligro. Durante los primeros años el empuje y compromiso de todos los actores supuso un avance en algunas metas, y se alcanzaron resultados esperanzadores como la reducción de las tasas de pobreza extrema y de mortalidad de menores de 5 años; se avanzó en la lucha contra enfermedades como el VIH y la hepatitis; se lograron resultados positivos en cuanto a algunas metas relativas a la igualdad de género; el acceso a la electricidad en los países más pobres fue en aumento, al igual que el porcentaje que representan las renovables en la cesta energética; a nivel mundial, el desempleo disminuyó hasta un nivel que no se registraba desde antes de la crisis financiera de 2008; y la proporción de las aguas bajo jurisdicción nacional incluidas en áreas marinas protegidas se multiplicó por más de dos en cinco años. Sin embargo y según los datos recogidos de 140 metas que forman parte del Informe de Progreso de los ODS, Edición especial, el progreso actual no es todo lo positivo que debería. Las causas de esta desaceleración o incluso retroceso las podemos centrar en las sucesivas crisis que hemos tenido – pandemia de la COVID -1, las guerras de Ucrania y Palestina, el cambio climático y otros desafíos mundiales, que conocemos como policrisis y que amenazan con descarrilar el progreso que tan duramente se ha logrado para cumplir con los ODS. Como podemos ver en el gráfico resumen, más del 50 % de las metas de los ODS son endebles e insuficientes, y el 30 % están estancados o han retrocedido.

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