Fundación Naturgy / V3.1 / Módulo profesional de Sostenibilidad aplicada al sistema productivo
I 135 Vol. 3.1 Módulo profesional de Sostenibilidad aplicada al sistema productivo 2.6.2 Estado actual de la biodiversidad Según el informe Making Peace with Nature del Programa Ambiental de Naciones Unidas (2021), tres cuartas partes del medioambiente terrestre y alrededor del 66% del medioambiente marino han sido alterados significativamente por acciones humanas. En promedio, estas tendencias han sido menos severas o se han evitado en áreas mantenidas o administradas por Pueblos Indígenas y Comunidades Locales. Más de un tercio de la superficie terrestre del mundo y casi el 75% de los recursos de agua dulce ahora se dedican a la producción agrícola o ganadera. El nivel de la producción de cultivos agrícolas ha aumentado aproximadamente un 300% desde 1970, la extracción de madera en bruto ha aumentado un 45% y cada año se extraen aproximadamente 60.000 millones de toneladas de recursos renovables y no renovables en todo el mundo, casi el doble desde 1980. La contaminación por plástico se ha multiplicado por diez desde 1980, entre 300 y 400 millones de toneladas de metales pesados, solventes, lodos tóxicos y otros desechos de las instalaciones industriales se vierten anualmente en las aguas del mundo, y los fertilizantes que ingresan a los ecosistemas costeros han producido más de 400 “zonas muertas” oceánicas, con un total de más de 245.000 km2, un área combinada mayor que la del Reino Unido. El resultado de estas acciones humanas arroja cifras escalofriantes sin precedentes, según estimaciones de Naciones Unidas: • De las 8.300 razas de animales conocidas, el 8% está extinto y el 22% está en peligro de extinción. • Casi 7.000 especies de animales y plantas fueron denunciadas como parte del comercio ilegal en 120 países, debido a actividades de caza furtiva y tráfico ilícito de vida silvestre. • Aumento del 26% en los niveles de acidez de los espacios de mar abierto desde el comienzo de la Revolución Industrial. Se espera un aumento del 20% en la eutrofización costera (fenómeno contaminante producido por el aumento de nutrientes, sobre todo nitrógeno y fósforo) de los grandes ecosistemas marinos para el año 2050, si no se logra realizar esfuerzos coordinados para evitar el deterioro de las aguas costeras debido a la contaminación y la eutrofización. Informe de evaluación de la diversidad biológica mundial y de los ecosistemas El último informe de la Evaluación Global de la Biodiversidad y los Servicios Ecosistémicos del IPBES en 2019, recoge como el actual sistema económico de explotación de la naturaleza genera desigualdades sociales y no está en armonía con la naturaleza. Establece que el primer paso para abordar el problema es reconocer su alcance mediante el intercambio de información y la aplicación de una contabilidad económica más inclusiva y realista. En el informe se presenta a los denominados “impulsores directos” de pérdida de biodiversidad, en referencia a todos aquellos que se basan en los valores y comportamientos de la sociedad, como son: el cambio de uso de la tierra/mar, la explotación directa de organismos, el cambio climático, la contaminación y las especies exóticas invasoras. Estos impulsores son el resultado de una serie de causas sociales subyacentes, como pueden ser las demográficas, socioculturales (como patrones de consumo), económicas (como el comercio), tecnológicas o relacionadas con las instituciones, la gobernanza, los conflictos y las epidemias. En la imagen incluida a continuación, el IPBES recoge el impacto de estos impulsores directos ( direct drivers ) en función de bandas de color según su incidencia sobre la naturaleza terrestre y de agua dulce y marina, según las estimaciones de una revisión sistemática global de estudios publicados desde 2005. Se puede observar cómo el cambio de uso de la tierra y el mar y la explotación directa representan más del 50% del impacto global en la tierra, en el agua dulce y en el mar, pero cada impulsor es dominante en determinados contextos. Los círculos ilustran la magnitud de los impactos humanos negativos en una variada selección de aspectos de la naturaleza a lo largo de diferentes escalas de tiempo basadas en una síntesis global de indicadores.
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