Fundación Naturgy / FPE. Vol.2 Digitalización de redes eléctricas
116 • 3. Convergencia de las tecnologías de la operación (TO) y la información (TI) 3.2.1. Smart Grid y las necesidades del Mercado transactivo de energía La distribución de electricidad está sufriendo en la actualidad una transformación fundamental, motivada por los cambios en los hábitos de consumo de los clientes conectados a la red. La generación de electricidad mediante fuentes renovables distribuidas y la aparición de tecnologías de almacenamiento competitivas proporcionan a los consumidores finales las herramientas para mejorar su eficiencia energética, permitiendo al mismo tiempo una mayor autonomía a los mismos. Sin embargo, el hecho de contar con estas fuentes de energía distribuidas, si no se maneja de una manera coordinada, puede provocar grandes perturbaciones en la operación de la red y los mercados eléctricos, con los consiguientes impactos en la calidad del servicio y la robustez de la red. Los cambios históricos en la demanda eléctrica han sido solventados hasta ahora mediante la inversión en activos de generación, transmisión y distribución adicionales. Del mismo modo, mientras nuestra sociedad es cada vez más dependiente del suministro eléctrico y la presión económica sobre los operadores de red se incrementa, las opciones para solventar estos impactos negativos en la red y los mercados son escasas si se siguen enfoques tradicionales. Todas estas transformaciones nos conducen al aumento de la complejidad y dinamismo de las redes de distribución, con una cantidad creciente de actores que influyen en su diseño y operación. Las tecnologías y arquitecturas que se usan actualmente para monitorizar y controlar las redes eléctricas y los mercados no fueron diseñadas para operar bajo circunstancias tan exigentes como las expuestas, por lo que los operadores están comenzando a enfrentarse a estos problemas que se presentan en forma de pérdidas de rendimiento y costes de escalabilidad. La transformación de la red eléctrica abre la puerta a nuevas oportunidades que permitan operar de una forma más eficiente gracias a una mayor cantidad de recursos distribuidos de manera que, si se encuentran correctamente integrados, puedan impulsar la flexibilidad y fiabilidad del sistema, al mismo tiempo que mejoran su eficiencia global y su sostenibilidad. Uno de los beneficios claros de estas nuevas metodologías es la integración de los sistemas de autoconsumo de los clientes, que cuentan con capacidades de generación, consumo y almacenamiento, en un mercado flexible donde generadores, operadores y consumidores intercambien servicios en tiempo real de manera que se equilibre automáticamente la generación y la demanda de la manera más eficiente, reduciendo los costes generales del sistema eléctrico y mejorando su fiabilidad. 3.2. Transformación del TO por el TI
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