Fundación Naturgy / Empleos que demandará el sector energético
35 En cuanto al incremento de las energías renovables –con una inversión de 3.165 millones de euros–, el Plan apuesta por impulsar un marco normativo que proporcione certidumbre y fomente la inversión privada, así como su integración en el sistema energético a través de la digitalización de las infraestructuras de red y el desarrollo de instrumentos que aporten flexibilidad. Para ello se ha dotado una partida económica superior a 1.000 millones de euros. Se resalta también la necesidad de seguir apostando por tecnologías como el almacenamiento y el hidrógeno verde, que van a ser claves para la transición energética pero que actualmente se encuentran en una fase poco avanzada de su desarrollo y todavía no son competitivas en el mercado. Otra de las iniciativas del Plan en cuanto a la transición verde son las actuaciones enfocadas a la formación en materia de sostenibilidad, energías renovables y el medio ambiente, en línea con la Estrategia de Transición Justa. El Plan explicita la necesidad de buscar herramientas encaminadas a ayudar a la transición profesional de trabajadores excedentes del carbón, desempleados afectados por el cierre de centrales térmicas de carbón y colectivos vulnerables, hacia nuevas áreas de actividad en el campo de las energías renovables y el medio ambiente. Paralelamente, las acciones de mejora de la eficiencia energética quedan recogidas en la Palanca I “Agenda urbana y rural, lucha contra la despoblación y desarrollo de la agricultura”. Más específicamente se recogen dentro del componente “Plan de rehabilitación de vivienda y regeneración urbana”, para el cual se han reservado más de 6.800 millones de euros y que contribuirá a duplicar el ritmo de renovación de edificios. En definitiva, los marcos normativos y políticos en materia de energía y clima europeos y estatales están transformando el sector energético dando lugar a cambios tanto desde el lado de la oferta a través de la modificación del mix energético como de la demanda mediante una mayor interacción de agentes en el modelo energético del futuro. Esta transformación hacia la transición ecológica, que ha sido acelerada a raíz de la pandemia actual de COVID-19, lleva asociada múltiples oportunidades para la creación de empleo y el crecimiento económico y, por consiguiente, la transformación también de las habilidades y capacidades de los profesionales que deberán implementar dichos cambios en el seno de las empresas. La efectividad de los planes europeos de estímulo verde dependerá de los costes de reasignación necesarios para trasladar una gran parte de la fuerza laboral a los sectores involucrados en la transición a una economía neutra en carbono. Y es que tal y como demuestra la reciente investigación de Chen et al., (2020) las inversiones verdes son más efectivas en territorios cuyos trabajadores tienen las habilidades verdes
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