Fundación Naturgy / Empleos que demandará el sector energético
23 Este nuevo escenario tecnológico ha impulsado el surgimiento de nuevos perfiles profesionales como técnicos de proyectos en energías renovables, especialistas en redes eléctricas en parques eólicos, especialistas en sistemas fotovoltaicos, ingenieros de diseño o expertos en contratos de suministro de energía ante la presencia de nuevos actores en el mercado energético. Asimismo, el impulso al hidrógeno y la digitalización de las redes también está dando lugar a profesiones emergentes como la de desarrollador de proyectos de hidrógeno verde, la de desarrollador de diseño de redes eléctricas inteligentes o el especialista en integración de tecnologías de almacenamiento. La amplitud de tecnologías renovables como sus diferentes niveles de madurez hace que se requieran habilidades muy específicas en cada tipo de tecnología, de manera que la industria de las energías renovables se enfrenta a una fuerza laboral que no es fácilmente transferible, ni de la energía convencional a la renovable, ni dentro de los diferentes sectores de las energías renovables (Lucas et al., 2018). De este modo, el sector requiere mano de obra muy diversa; desde técnicos que puedan llevar a cabo la instalación de placas solares, hasta ingenieros capaces de avanzar en el desarrollo de las energías renovables. En tercer lugar, la hoja de ruta para dotar a la Unión Europea de una economía más sostenible promueve el uso eficiente de la energía y los recursos en la construcción y la renovación de edificios. Gran parte de los edificios existentes no son energéticamente eficientes y su consumo energético supone alrededor de un 40% del consumo total de energía de la Unión Europea y el 36% de sus emisiones de gases de efecto invernadero (Comisión Europea, 2020b). De acuerdo con las líneas marcadas recientemente por Bruselas en la estrategia “Oleada de renovación para Europa”, se espera la renovación de 35 millones de edificios y a la creación de hasta 160.000 puestos de trabajo verdes adicionales en el sector de la construcción. La rehabilitación debe priorizar, por un lado, la integración de las energías renovables de fuentes locales que favorezcan la descarbonización de la calefacción y refrigeración en edificios y viviendas y, por otro lado, debe abordar la pobreza energética y el acceso a viviendas saludables. Todo ello debe realizarse bajo un enfoque integrador, participativo y basado en el vecindario y las comunidades energéticas locales como elemento central de esta oleada de renovación. El objetivo final es que los edificios pasen de ser consumidores a productores de energía, combinando el almacenamiento de energía y la flexibilidad del lado de la demanda gracias a la promoción de infraestructuras inteligentes. De este modo, la renovación energética de edificios ofrece una oportunidad única para contribuir a la recuperación económica sostenible. Sin embargo, la aplicación de soluciones hipocarbónicas y de carácter digital en el parque inmobiliario requiere la incorporación de nuevas competencias
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