Fundación Naturgy / Empleos que demandará el sector energético
203 políticas activas de empleo y formación; hasta los centros formativos, a través de una adaptación de sus contenidos a la nueva realidad del mercado laboral. 8. Fomentar la colaboración entre empresas del sector con administraciones, ONGs y entidades relacionadas Ante la presencia de nuevas necesidades de capital humano, se requiere también de nuevos aliados para garantizar la oferta de profesionales cualificados. Las empresas del sector deben seguir trabajando en la búsqueda de nuevas sinergias con los múltiples actores del ecosistema laboral (sector público, centros educativos, ONGs, entidades relacionadas, etc.). En este sentido, las iniciativas donde las empresas energéticas pueden intervenir son diversas. Por ejemplo, tal y como se ha mencionado en el primer punto, comunicando de forma más efectiva al mundo educativo las competencias demandadas en el nuevo mercado laboral. Incluso participando de manera directa –como en los programas de formación dual– o indirecta, y/o asesorando en la confección de currículos y contenidos. Asimismo, para dar respuesta a la alta demanda de perfiles STEM, las empresas del sector junto con el sector público, también pueden colaborar en la organización de actividades y programas innovadores que despierten la pasión por la ciencia y la tecnología. Paralelamente, para reducir el desempleo juvenil y facilitar la empleabilidad a lo largo de la vida de colectivos vulnerables, dentro de la Formación Profesional, las empresas también tienen un papel destacado en el desarrollo de iniciativas y proyectos dirigidos a impulsar el interés de los estudiantes por esta formación en aquellas familias profesionales más orientadas al empleo verde, circular y digital. Siguiendo con la Formación Profesional, se debe reforzar la Formación Profesional Dual. Este modelo formativo ofrece a las empresas la oportunidad de formar a aprendices que se pueden ajustar mejor a las necesidades especializadas del sector y la creación de una bolsa de futuros empleados cualificados. No obstante, la falta de empresas dispuestas a ofertar puestos de aprendizaje dificulta la viabilidad de esta modalidad formativa. De este modo, se debe seguir trabajando en concienciar y facilitar a las empresas una mayor implicación a esta modalidad formativa que puede extenderse, también a los niveles educativos superiores. Otro de los objetivos de las empresas del sector energético es acercar las oportunidades de empleo a las vulnerables y con perfiles de empleabilidad muy bajos. Tal y como se ha evidenciado en el punto 5.3, el éxito de las iniciativas sociales es la cooperación entre múltiples agentes claves –grupos vulnerables, administraciones locales, centros formativos, empresas privadas y entidades sociales–. De este modo, se debe seguir apostando por la creación de sinergias entre agentes
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