Fundación Naturgy / Empleos que demandará el sector energético
171 punto que, los trabajadores de edad más avanzada y muy especializados en tareas relacionadas con tecnologías incompatibles con la Agenda Verde 2050 pueden encontrar dificultades a la hora de reciclar su formación para adaptarse a las nuevas necesidades del sector. Un segundo elemento positivo es el hecho de que, tal y como se constató en las entrevistas realizadas, las propias empresas energéticas suelen contar con planes de formación propios para suavizar la transición energética y son conscientes de la existencia de colectivos vulnerables. En cualquier caso, vale la pena matizar que, en España, los niveles de participación en actividades de formación continua son comparativamente reducidos, por lo que queda margen para intervenciones de carácter general consistentes en actividades de formación formal y no formal para facilitar el reciclaje de trabajadores. Por otro lado, a pesar de que el nivel formativo medio en el sector energético sea elevado, hay trabajadores con un reducido nivel que tendrán serias dificultades para adquirir las nuevas competencias necesarias para el mantenimiento de su puesto. Finalmente, en las entrevistas con los diversos agentes del sector energético se identificó que parte de las empresas energéticas han optado durante el último lustro por, ante un entorno cambiante, colaborar con start-ups prometedoras –sin que ello implique necesariamente su absorción en la estructura de la empresa energética– frente a la alternativa consistente en la ampliación o creación del departamento correspondiente. Si bien esta práctica proporciona algunas ventajas evidentes para la empresa energética –mayor flexibilidad, reducción del riesgo del coste de investigación–, también dificulta la creación de plantillas estables y, a nivel agregado, implica una mayor dificultad, por parte de los trabajadores de las empresas contratadas – start-ups – para formarse y reciclarse en el largo plazo, al tratarse normalmente de empresas de reducido tamaño. Adicionalmente, vale la pena añadir en este punto que la estrategia consistente en la subcontratación de servicios por parte de las grandes empresas energéticas no facilita la implementación de programas de formación profesional dual, ya que las empresas de menor tamaño afrontan mayores dificultades para garantizar la correcta formación del alumnado. La articulación de políticas y medidas capaces de reducir los costes asumidos por los colectivos vulnerables del sector energético se enfrenta a su vez a una serie de oportunidades y de amenazas. Entre los factores externos, sobre los que el sector energético dif ícilmente puede incidir directamente, pero que pueden favorecer la inserción laboral de los colectivos vulnerables se encuentran la creciente disponibilidad de recursos online, que facilitan el acceso a la formación; el sistema europeo de reconocimiento de
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