Fundación Naturgy / Empleos que demandará el sector energético

161 estadística e informática. Este es una situación positiva para el sector energético ya que, en este caso, la oferta parece estar respondiendo a las señales del mercado laboral. Se observa pues que se ha producido una reacción por parte de la oferta, tanto a nivel de grado como, sobre todo, de posgrado, a los cambios en la demanda laboral. Ahora bien, a pesar de ello, las instituciones educativas pueden tener problemas en su adaptación a dichos cambios, si se producen a un ritmo acelerado. La ampliación y actualización de la oferta formativa a los cambios en el mercado laboral no resulta inmediata y, por ello, conviene explorar formas alternativas para facilitar el encaje entre oferta formativa y demanda laboral. Nuevamente, una mayor colaboración universidad-empresa podría reducir los desajustes entre competencias ofrecidas y competencias demandadas. La colaboración universidad-empresa podría encararse desde distintas vertientes. Para las personas jóvenes que no se han incorporado todavía al mercado laboral, la flexibilización de los planes de estudios y la introducción de grados duales, podrían agilizar la transición laboral. El capítulo 3 ha mostrado un aumento en la demanda de perfiles híbridos, con competencias que no pueden adquirirse cursando solamente estudios reglados “tradicionales”. La rigidez en los planes de estudios dificulta la formación de, por ejemplo, ingenieros con conocimientos de economía o de economistas con conocimientos avanzados de informática. Si bien es cierto que a lo largo de la última década se ha producido un aumento en el número de dobles grados ofrecidos por universidades en todo el territorio español, hay margen para seguir profundizando en esta dirección. La canalización de información desde el tejido empresarial al sector educativo señalizando los perfiles más necesarios, resultará imprescindible en ese sentido. Una medida menos ambiciosa pero seguramente más sencilla de articular sería la ampliación de las “menciones” en los grados. En la actualidad, si los alumnos de un determinado grado deciden cursar ciertas asignaturas, obtienen una mención adicional. La propuesta en este caso sería abrir el abanico de menciones para que resultara posible obtener menciones más allá del propio grado en el que se encuentre matriculado el alumnado. Por otro lado, otra alternativa a considerar es la creación de programas universitarios “duales”, en los que parte de la formación se realice en la propia empresa. Esta modalidad va más allá de la realización de prácticas voluntarias en empresas u organismos públicos e implica la necesidad de una comunicación fluida entre el tejido empresarial y las instituciones universitarias. La evidencia existente para algunos de los programas ya implementados en centros universitarios españoles –como el programa EUS, de la Universidad de Barcelona– muestra que se suaviza la transición laboral de los jóvenes y facilita, a las empresas, la contratación de trabajadores con las competencias específicas requeridas para su actividad (Figura 4.31).

RkJQdWJsaXNoZXIy OTM0Nw==