Fundación Naturgy / Empleos que demandará el sector energético

149 La revisión de los nuevos perfiles profesionales en el capítulo 3, combinada con la revisión de la estructura formativa de los empleados en el sector energético permiten identificar la formación profesional y la formación universitaria como los tipos de educación formal capaces de transmitir las competencias demandadas por el sector energético. Empecemos pues por la revisión del sistema de formación profesional y su capacidad para ajustarse a las nuevas necesidades del mercado laboral presente y futuro. A. La formación profesional: oferta de técnicos cualificados La educación vocacional se estructura en España en tres niveles: ciclos de formación básica (FP Básica), ciclos de formación de grado medio (CFGM) y ciclos de formación de grado superior (CFGS). Todos ellos se agrupan por familias profesionales y concluyen con la obtención de un título específico. El Catálogo de Títulos de Formación Profesional correspondiente al año 2020, para cada uno de los niveles de formación profesional, puede consultarse en la Figura A.4.1 en el anexo. Los ciclos de FP Básica se dirigen a alumnos que no han concluido los estudios de Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Son ciclos voluntarios de dos años de duración que persiguen facilitar la inserción laboral y social de alumnado que, por lo general, ha experimentado dificultades importantes a lo largo de su proceso de escolarización. Una vez completados, los ciclos de FP Básica tienen, a efectos laborales, los mismos efectos que haber completado ESO y habilitan para acceder a CFGM. Ahora bien, para conseguir el título de graduado en ESO, los titulados en FP Básica deben realizar una prueba adicional. Los ciclos de FP Básica persiguen fundamentalmente la inclusión social de personas con un muy reducido nivel de competencias básicas, complementando las no adquiridas durante la etapa de escolarización obligatoria y habilitándolas para la realización de tareas con un bajo nivel añadido. Si bien existen ciclos de FP básica específicos para electricidad y electrónica, instalaciones electrotécnicas y mecánica, e informática y comunicaciones, el reducido nivel de competencias generales y específicas –propias del puesto de trabajo– de estos jóvenes con bajos niveles de cualificación hace que su adaptación a los perfiles de creación reciente en el sector energético –y, en realidad, también en los otros sectores productivos– sea muy difícil. Los ciclos de FP Básica deben ser considerados, por tanto, como una vía de último recurso para aquellas personas que no consiguieron concluir los estudios obligatorios y no debe ser vista, a su vez, como un fin, sino como un medio para poder proseguir con el proceso formativo en el futuro. Los CFGM y, sobre todo, los CFGS pueden jugar un papel fundamental para cubrir las necesidades del sector energético en

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