Fundación Naturgy / Empleos que demandará el sector energético

114 Empleos que demandará el sector energético: nuevas oportunidades sostenibles La Figura 4.8 describe la situación de la formación continua de la población adulta en España y en los países de referencia. España se encuentra alejado de los países líderes en formación continua y presenta algunos rasgos especialmente preocupantes. En primer lugar, la tasa de participación es baja en términos comparados y ello resulta grave para un país cuya población adulta, tal y como se verá en el apartado 4.2, dispone de reducidos niveles de competencias. En segundo lugar, y aunque es un patrón observado en todos los países analizados, los adultos que participan con mayor frecuencia en las actividades de formación continua son aquellos que disponen de un nivel educativo más elevado. Ello no sería un problema si las tasas de participación fueran elevadas a nivel agregado pero, siendo tan reducidas, implica que las personas con una mayor necesidad de incrementar su nivel de competencias –los trabajadores menos cualificados– apenas renuevan o amplían sus conocimientos y habilidades, perpetuándose su dif ícil encaje en el mercado laboral. Por último, vale la pena destacar una peculiaridad del mercado laboral español: existe una amplia brecha entre la participación de los trabajadores autónomos y los asalariados en actividades de formación, en favor de los segundos. Finalmente, la Estrategia ET-2020 establece como objetivo (última fila de la Figura 4.3) conseguir que la tasa de ocupación de las jóvenes con un nivel formativo mínimo de educación secundaria superior, y que se graduaron entre los 12 y 36 meses previos, se sitúe por encima del 82%. Nótese que este es un indicador que ya no se centra solamente en factores de oferta laboral (la dotación educativa de los trabajadores) sino en su interacción con factores de demanda laboral tales como la composición sectorial de la economía, el grado de apertura al comercio internacional o las innovaciones tecnológicas. Se trata este de un indicador en el que la situación de España resulta especialmente preocupante ya que, tal y como sucedía a inicios de la década de 2010, en el año 2020 se encuentra (66%) muy alejada de la media europea (78%). Entre los efectos negativos de las elevadas tasas de desempleo entre los jóvenes con niveles formativos medios y altos se encuentran unas trayectorias laborales más inestables, una mayor dependencia de prestaciones públicas y, una cuestión central para este estudio, la obsolescencia de sus conocimientos y habilidades. A lo largo de este apartado se ha mostrado una panorámica de la estructura formativa de la población española, poniendo al descubierto algunas de sus fortalezas y debilidades, tanto en el corto como en el largo plazo, para cubrir las necesidades de la economía española para hacer frente a la creciente demanda de trabajadores cualificados. Entre las fortalezas a corto y medio plazo destaca el elevado número de titulados en educación superior y doctorado, siendo también un dato positivo el importante peso relativo de los graduados en áreas STEM (Figura 4.9).

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