El empleo de las mujeres en la transición energética justa en España / Vol.1
92 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 Panel B. Ocupados en el sector energía. 66,4% 65,8% 70,5% 66,6% 68,6% 69,6% 69,4% 69,3% 67% 77,3% 15,7% 19,1% 18,7% 21,9% 19,3% 17,2% 18,3% 18,2% 17,6% 12,6% ISCED 0-2 ISCED 3-4 ISCED 5+. 17,9% 15,1% 10,8% 11,5% 12,1% 13,2% 12,3% 12,6% 15,4% 10,1% Nota: Definición de sector energético según el apartado D de la clasificación CNAE. Engloba las actividades de provisión de electricidad, gas, vapor y aire acondicionado. ISCED 0-2: hasta educación secundaria obligatoria. ISCED 3-4: educación secundaria postobligatoria. ISCED 5-8: educación superior. Fuente: Eurostat. En cuanto a las habilidades blandas (soft skills) más valoradas se posiciona el trabajo en equipo, la comunicación efectiva, la capacidad de establecer prioridades y la capacidad de aprendizaje y flexibilidad. Los agentes del sector advierten que ante las mismas titulaciones la clave está en las soft skills. Estas habilidades son cada vez más valoradas en los procesos de selección. Sin embargo, entre las principales carencias de los candidatos destacan la falta de competencias lingüísticas, de comunicación, la escasa resiliencia ante los fallos o el fracaso y la limitada aptitud para gestionar el fracaso. En suma, en el mercado laboral se están produciendo alteraciones significativas en los perfiles demandados por las empresas, pero también en las características de los trabajadores que finalmente se encuentran en el mercado laboral a consecuencia de los avances tecnológicos, cambios demográficos, la creciente globalización o al propio sistema educativo. Entre los principales cuellos de botella que deberá afrontar el mercado laboral español destacan la reciente caída en el número de graduados en ingenierías, la falta de perfiles transversales y capaces de trabajar en equipo e interactuar con profesionales con distinto origen formativo, la falta de capital humano con idiomas y habilidades comunicativas y la disponibilidad de técnicos con niveles intermedios de formación ya que el número de titulados resulta todavía reducido y existen desajustes territoriales. Se observa una vez más que se trata de un sector con una elevada necesidad de trabajadores con perfiles STEM que den respuesta a la oleada de disrupciones tecnológicas. El primer gran reto es poder determinar si la oferta del mercado laboral puede dar respuesta a esta necesidad. En este sentido, el elevado número de graduados universitarios en España y, en particular, de ingenieros, economistas, juristas y arquitectos, parece
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