El empleo de las mujeres en la transición energética justa en España / Vol.1
El empleo de las mujeres en la transición energética justa en España. 89 los objetivos de paridad laboral en el marco de una transición energética y socialmente justa. Se pone de manifiesto la importancia de alcanzar las dos estrategias conjuntamente. No obstante, a pesar de las medidas defendidas a nivel de la UE para abordar a la vez la mayor presencia de mujeres, evitar la vulnerabilidad y avanzar en el alcance de los objetivos de emisiones netas cero en 2050, existen posiciones críticas frente a los pasos dados en la UE, en cuanto consideran que las políticas medioambientales y de género siguen estando aisladas unas de otras, con una reducida inclusión de la perspectiva de género en las últimas acciones políticas adoptadas dentro del marco de la transición ecológica (European Enviromental Bureau [EEB] y Women Engage for a Common Future [WECF], 2021). En concreto las instituciones del EEB y WECF destacan que los impactos ambientales y la transición energética tienen un marcado componente de género debido al inequitativo reparto del poder económico, donde problemáticas como la pobreza energética afectan principalmente a las mujeres o que los empleos relacionados con las energías renovables siguen siendo predominantemente masculinos, aunque haya habido ligeras mejoras. En este contexto, sin dejar de destacar el importante avance del Pacto Verde Europeo, se corre el riesgo de reproducir e incluso aumentar las desigualdades existentes en términos de género si no se tiene en cuenta, junto con los programas contra la vulnerabilidad de las mujeres con menos recursos e hijos a su cargo, una política educativa enfocada para que las niñas asuman su fortaleza y capacidad competitiva en carreras tradicionalmente dominadas por hombres y enseñar la importancia de conseguir posiciones de liderazgo. A su vez, las instituciones europeas señalan cómo el Mecanismo de Transición Justa corre el riesgo de centrarse en apoyar a sectores laborales dominados por hombres o cómo la Ley del Clima, la Ola de Renovación o la Estrategia de Movilidad Sostenible e inteligente, a pesar de aludir a la desigualdad de géneros, no formulan acciones específicas que aborden la problemática, las cuales carecen a su vez de un marco interseccional, que es estratégico para abordar los cambios estructurales desde una perspectiva multidimensional. Una vez más los organismos del EEB y WECF resaltan la importancia de la adopción de un marco interseccional en la agenda política medioambiental, enfatizando la necesidad por parte de Eurostat y el Instituto Europeo de la Igualdad de Género de ampliar la base datos disponible de características socioeconómicas y mayor cantidad de desagregación, distinguiendo hombres y mujeres. Por su parte, en términos de economía y empleo se aboga por transformar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea en un Pacto de Sostenibilidad y Bienestar, facilitando las inversiones oportunas que impulsen la conversión hacia una economía del bienestar inclusiva. En cualquier caso, se recomienda al Parlamento Europeo y al Consejo pactar disposiciones reforzadas en la propuesta de directiva sobre transparencia salarial, sobre el salario mínimo y brecha salarial. Entre otras medidas, también se recomienda a la Unión Europea facilitar financiación para que niñas, mujeres en proceso de formación y empleadas dentro del sector energético puedan acceder a las más elevadas responsabilidades dentro del sector. Se trata de desplegar en cada fase educativa o laboral un programa de becas, o préstamos en los casos con grados finalizados, para cubrir toda la carrera formativa y profesional. La dimensión de género en el paquete de medidas «Objetivo 55», a pesar de que se ha tratado de abordar explícitamente, hace una contribución reducida (Comisión Europea, 2022). Es limitado el reconocimiento del papel que puede jugar el empleo femenino en la transición energética. Con el objeto de aportar una visión más profunda sobre la inclusión de la dimensión de género en el paquete de medidas, el informe The Gender Dimension and Impact for the Fit for 55 Package evalúa si se ha utilizado un enfoque de género en su elaboración. En términos generales, el documento resalta que siguen existiendo barreras para que las mujeres tomen parte en la transición ecológica a nivel de investigación, empleo y como consumidores. Entre otras limitaciones, se menciona cómo los Planes Nacionales de Energía y Clima (PNEC) no suelen comunicar el alcance social de sus acciones políticas y perspectiva de género para situar a la mujer en la hoja de ruta de la transición. Se debe volver a insistir en la necesidad de construir bases de datos que permitan estudios estadísticos robustos. Hay que subrayar la limitada existencia de datos desglosados, distinguiendo entre mujeres y hombres empleados en los diferentes niveles de responsabilidad y subsectores, así como el
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