El empleo de las mujeres en la transición energética justa en España / Vol.1

44 4.2 Formación reglada y formación para el empleo En este ámbito de la formación, que incluiría tanto la formación reglada como la formación para el empleo, esta última llamada a jugar un importante papel en los procesos de recualificación que demandará la propia transición energética, todas las acciones propuestas deben particularizarse a tres ámbitos concretos que deben abordarse de forma simultánea: el personal de los centros de formación (docente, principalmente, pero también no docente), las familias y el alumnado. a) Acciones dirigidas a la lucha contra los estereotipos de género que limitan el número de mujeres que se matriculan en la formación específica. En estas actuaciones tendrán un papel clave los programas de creación de referentes y la presentación de la utilidad de la tecnología como una herramienta eficaz en el logro de cualquier reto económico, social o ambiental. b) Programas de información sobre las oportunidades de empleo de la transición energética, dirigidas al alumnado y a las familias, con información suficiente sobre carreras profesionales en el medio y largo plazo, condiciones laborales, amplitud de ocupaciones dentro de estos sectores y contribución de estas actividades a los principales retos sociales y ambientales. c) Programas de lucha contra las actitudes y los comportamientos machistas dirigidos al personal docente, al personal no docente, al alumnado y a las empresas que colaboren en los programas de prácticas. Estas actitudes deben declararse directamente como actitudes sancionables y, en estos programas, la visualización de los efectos negativos sobre las alumnas debería ser un contenido clave. d) Desarrollar programas de acompañamiento a la entrada de mujeres en titulaciones donde éstas estén severamente infra representadas (menos del 15%-20%), que establezcan un seguimiento del entorno que éstas afrontan; establezcan una figura de confianza con quien compartir y/o denunciar actitudes machistas; y que les aporten los apoyos que requieran para desarrollar un itinerario formativo libre de actitudes machistas. Estos programas deben implicar al personal docente y al alumnado masculino. e) Promocionar las titulaciones STEM entre el alumnado femenino, mediante la creación de un programa de referentes próximos y campañas de promoción que resalten la contribución de estas titulaciones a los retos de mayor interés para las jóvenes y que les conecten con sus valores y propósitos. f) Desarrollo de programas de mentoring en el itinerario formativo, desarrollado por mujeres que ayuden a las alumnas en la elección de sus titulaciones y resuelvan sus dudas y reticencias.

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