El empleo de las mujeres en la transición energética justa en España / Vol.1

El empleo de las mujeres en la transición energética justa en España. 31 Los factores sociales y culturales que intervienen en la persistencia de las brechas de género en el sector de la transición energética son múltiples, pero sin duda uno de los que está en su base es la baja presencia de mujeres en los estudios de tipo técnico que están más demandados para estas actividades y, específicamente, con las llamadas titulaciones STEM. Este acrónimo -formado en lengua inglesa a partir de las palabras ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas- agrupa toda una serie de estudios universitarios que se caracterizan por basarse en estas competencias, con especial importancia de las matemáticas. ¿Quiere decir esto que las niñas son peores que los niños en matemáticas? Los datos demuestran que no. En 2018, el porcentaje de estudiantes de la Unión Europea que al finalizar la secundaria obligatoria habían adquirido el nivel mínimo de competencias matemáticas era el mismo para hombres y mujeres, en torno al 76%. De hecho, la mitad de los países tienen brechas negativas, es decir, un mayor porcentaje de mujeres que de hombres competentes. En cuanto a España, en 2018 existía una pequeña brecha positiva de 0,26, cuando en 2015 era de 3,57. Esta reducción de la brecha de género no se debe a que hayan mejorado las mujeres sino, sobre todo, a que han empeorado los hombres. En todo caso, queda claro que si hay diferencias de género en las titulaciones STEM no se deben en la capacidad cognitiva absoluta. Y, sin embargo, las diferencias existen y se pueden apreciar claramente. A nivel europeo, el 25,1% de los graduados universitarios en 2020 correspondían a titulaciones STEM. En el caso de los hombres, las STEM suponían el 39,5% de los graduados frente a solo el 15,4% de las mujeres graduadas. En España la situación es similar, aunque con datos ligeramente inferiores: el peso de las titulaciones STEM sobre el total de graduados /as es del 36% para hombres y del 11% para las mujeres. En cuanto a titulaciones específicas de la transición (ver Gráfico 5), en algunas de las más tradicionales como la Química o la Arquitectura no hay brechas de género. Tampoco en la Ingeniería mediambiental, un dato coherente con la mayor sensibilidad de las mujeres hacia el medio ambiente, ya detectada en la literatura académica. Sin embargo, en otras titulaciones STEM especialmente orientadas hacia las actividades de la transición energética, como Ingeniería mecánica o Ingeniería eléctrica, el porcentaje de mujeres matriculadas se sitúa por debajo del 20% o incluso del 15%, con el agravante que también hay algunos casos en que la evolución es negativa. La brecha de género es aún mayor en la Formación Profesional vinculada con la transición energética. Hay que tener en cuenta que la FP ha experimentado un gran crecimiento en los últimos años y que las mujeres suponen prácticamente la mitad del alumnado. En cambio, si nos centramos en los grados superiores relacionados con la transición, las mujeres representaban tan sólo el 7,9% de las matriculaciones del curso 2019-20, con el agravante de que cinco cursos antes eran el 9,5%. Aun así, hay que constatar también grandes diferencias por familias. En los grados superiores de edificación y obra civil las mujeres representan aproximadamente un tercio del alumnado. En el resto de familias involucradas en la transición (Energía y agua, Transporte y mantenimiento de vehículos, Electricidad y electrónica, Fabricación mecánica e Instalación y mantenimiento), sin embargo, la situación es de infrarrepresentación severa. 2.4 ¿Qué posición ocupan las mujeres en la formación específica demandada por la transición energética?

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