El empleo de las mujeres en la transición energética justa en España / Vol.1
158 49. Considerar la edad como un factor de dificultad añadida. Las mujeres mayores de 50 años son derivadas a este tipo de programas en muchas ocasiones por organismos que no tienen en cuenta las características del puesto de trabajo que la mujer desarrollará al acabar el proceso de cualificación. Las mujeres de más de 50 años que llegan a un programa de este estilo se encuentran con dos barreras específicas: por un lado, muchas veces proceden de una situación de desempleo de larga duración por razones f ísicas -enfermedades crónicas-, que condicionan la elección de itinerario ; y, en segundo lugar, son mujeres que vienen con unos prejuicios muy consolidados, con estereotipos y dogmas sobre en qué deberían o no trabajar muy definidos. Conviene, por tanto, trabajar con ellas estos aspectos. 50. Desarrollar estrategias para que las mujeres en general, y de forma específica aquellas cuyas características o situación vital supone una problemática añadida, sientan los lugares de trabajo relacionados con la transición energética como lugares seguros. Como puede observarse a lo largo de estas recomendaciones, existen abundantes ideas y propuestas para reducir la brecha de género en la transición energética. Para ello, es clave que todos los agentes implicados se pongan a trabajar en este sentido: las administraciones públicas, el sector formativo, las empresas, los agentes sociales y los centros de investigación y creación del conocimiento han de poner en común herramientas y esfuerzos para generar las sinergias que permitan que la transición sea justa, es decir, que reparta beneficios entre hombres y mujeres, sin discriminación alguna.
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