El empleo de las mujeres en la transición energética justa en España / Vol.1

El empleo de las mujeres en la transición energética justa en España. 107 La oferta educativa y de formación de estos centros, resulta crítica en la suma de los esfuerzos de capacitación para la cualificación, en los próximos años, en los nuevos empleos verdes. Se hace necesario extender la oferta de estas titulaciones y especialidades formativas, por todo el territorio. Como se recoge en el estudio de la Fundación CIFE El sector de la formación para el empleo en cifras, la dimensión reducida de las empresas del tejido empresarial español agudiza las dificultades de buena parte de las empresas que lo integran para asumir por sí mismas el esfuerzo de formar a sus trabajadores, para su cualificación y/o actualización de competencias, siendo la red de centros de formación determinante en la actualización de nuevas competencias y en la especialización que requieren los nuevos perfiles. Por ejemplo, si nos fijamos únicamente en la familia de energía y agua, según los datos extraídos del buscador de centros del SEPE, el total de Centros (públicos y privados) acreditados para las distintas especialidades de certificados de profesionalidad es escaso si lo comparamos con otras familias profesionales como Administración y Gestión o Comercio y Marketing, por ejemplo. Otra palanca imprescindible para impulsar la cualificación necesaria de las mujeres en el contexto de la transición energética, es la extensión de la formación en línea, como modalidad que aporta mayores opciones de flexibilidad y abre la puerta a la preparación de mujeres que residen y/o trabajan en cualquier parte del territorio nacional y que cuentan hoy en día con mayores dificultades para conciliar los tiempos dedicados a la vida personal y a su formación con las obligaciones y cargas familiares y profesionales. Dentro del Catálogo Nacional de cualificaciones, se contemplan especialidades formativas, en familias como la de Energía y agua, por ejemplo, que pueden impartirse en modalidad teleformación, con la garantía de adquirir también a través de esta vía las capacidades que se contemplan. Esta posibilidad de cursar formación especializada, en esta familia profesional favorece inicialmente la posibilidad de llegar a un colectivo mayor, y también a una mayor cobertura territorial, factores ambos necesarios para ayudar a la disminución de la brecha de género en el acceso a los puestos de trabajo que se van a generar en los próximos años y también para favorecer la formación de población que reside en zonas en proceso de despoblación en parte desde luego provocada por la reversión de los sectores llamados “grises” o “marrones”. Del análisis de la extensión territorial de los centros en esta familia se evidencian determinadas zonas (CCAA) con una red más escasa en esta familia, como es el caso de Cantabria, Extremadura, La Rioja, Islas Baleares, Navarra, Ceuta o Melilla. Para lograr cualificación en estos sectores que resulte inclusiva y que aproveche todo el talento, hay que extender y hacer más capilar la red de centros de formación. Ambas palancas (la mayor capilaridad de centros de formación presenciales y el desarrollo de formación en línea) sin duda pueden contribuir a elevar las oportunidades de formación a más mujeres, que actualmente se encuentran lejos de los centros de cualificación o que tienen más dificultades para conciliar su vida personal con la profesional. Una mirada a las iniciativas de formación profesional en el empleo Bajo la iniciativa de oferta formativa (dirigida directamente a trabajadores ocupados y desempleados), enmarcada en la actual Ley 30/2015 por la que se regula el sistema de formación profesional para el empleo y su normativa de desarrollo, esta red de centros resulta ser un pilar básico para garantizar el despliegue de esta capacitación especializada a través de programas sectoriales específicos, subvencionados tanto en el ámbito estatal como en el autonómico.

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