El empleo de las mujeres en la transición energética justa en España / Vol.1

El empleo de las mujeres en la transición energética justa en España. 103 Pero como se indica por la propia Fundación, en el informe Global Green Skills Report 2022 de Linkedin, se vincula el empleo verde a aquellos puestos de trabajo en los que se valoren conocimientos vinculados a un mejor desempeño ambiental o sostenible, independientemente del impacto final del puesto en concreto. Para poder desempeñar estos puestos será necesario adquirir, desarrollar y evolucionar “competencias y habilidades verdes”. Ambas aproximaciones son aplicables a las actividades objeto de estudio. Para aprovechar las oportunidades que parecen abrirse en estos ámbitos, el reto sin duda será proporcionar a las empresas una fuerza laboral con competencias suficientes para afrontar los cometidos de los puestos de trabajo emergentes, muchos de los cuales es posible que aún no existan, así como de los que están sufriendo transformaciones al hilo de los cambios que exige la sostenibilidad. Las oportunidades que generan deben hacerlo en términos de igualdad de género. Este reto pasa ineludiblemente por lograr un mayor peso de la mujer en estas ramas de actividad, algunas de las cuales se caracterizan por bajas o muy bajas tasas de actividad femenina. La transición justa desde la perspectiva de género Según se recoge en el estudio de prospección de Caixabank-Dualiza: Sector de la economía verde, perspectiva 2030, algunos subsectores directamente relacionados con la energía como es el caso del suministro de agua y actividades de saneamiento, gestión de residuos y descontaminación, han venido incrementando la presencia femenina en sus plantillas, pasando de un 3% en 2008 a un 20% en 2020. La pandemia ha supuesto, sin embargo, una ralentización de este proceso. En términos generales, a todos los niveles las empresas de estos sectores manifiestan dificultades para encontrar trabajadores cualificados y específicamente para incorporar mujeres a sus plantillas. Esto ocurre fundamentalmente en departamentos de mantenimiento. Cuando se aspira a una transición justa, y que la previsión de generación de empleo en las próximas décadas nos sirva como palanca para reducir la brecha de género en el empleo, se trata de romper barreras clásicas en el acceso a ocupaciones tradicionalmente masculinas, por un lado, así como otras referidas a las dificultades de conciliación familiar y profesional para el desarrollo profesional sostenido en el tiempo. Hay que ofrecer una alternativa de profesionalización que resulte atractiva a las mujeres, sensibilizando desde las edades más tempranas que transcurren en el ámbito educativo con iniciativas que acerquen a las empresas y a las profesionales en el sector, a los centros educativos, como se viene haciendo para el estímulo hacia las especializaciones en áreas STEM. Algunas actuaciones como la de la Fundación Bertelsmann, que ha impulsado la iniciativa “Empresas Que inspiran”, acercando el mundo de la empresa a los jóvenes del sistema educativo, son ejemplo de buenas prácticas en el campo de la orientación profesional. Dar a conocer, entre las jóvenes, las posibilidades de desarrollo profesional a través del ejercicio de profesiones en los sectores verdes, puede ayudar a desactivar las barreras tradicionales. Los beneficios son múltiples y en ambas direcciones en cuanto que las empresas pueden encontrar espacios para la búsqueda del talento a medio plazo. La mentorización y patrocinio de profesionales femeninas que actúen como referencia dentro de las empresas, es otra vía de impulso para el avance de las carreras y desempeños profesionales en este ámbito, una vez que se han roto las barreras iniciales de acceso a puestos de trabajo en estos sectores.

RkJQdWJsaXNoZXIy OTM0Nw==